sábado, 11 de octubre de 2008

Guillermo del Todo: "He visto un ovni, y de chiquilín oí un fantasma"



4.8.08"He visto un ovni, y de chiquilín oí un fantasma" - Guillermo del ToroENTREVISTA GUILLERMO DEL TORO
¿Cree en los fenómenos paranormales? Yo sí creo, pero porque los he experimentado alguna vez. Me definiría como un escéptico, pero me han pasado cosas? En su momento, de joven, con un amigo, por una carretera de México, hemos visto lo que creemos muy a ciencia cierta que era un ovni, por cómo se movía, cómo se acercó a nosotros, por el tamaño que tenía, por la forma, cómo se movió de manera no lineal en el cielo, al punto de que estaba lejos y, de repente, en un abrir y cerrar de ojos, a sólo tres kilómetros de nosotros. La forma era la tradicional y aburridísima de dos platos invertidos con luz, uno encima del otro. Lo vimos algunos minutos. Pero es que éramos unos inconscientes; paramos, usamos el claxon, echamos las luces, y aquello de repente se movió. Cuando se acercó, nos cagamos de miedo, nos subimos al auto y aceleramos todo lo que pudimos, volteaba yo hacia atrás y ahí estaba, siguiéndonos. Los dos vimos absolutamente lo mismo.¿Y no se habían excedido con el tequila o los peyotes? La gente cree que uno porque hace esto es un crédulo total. Yo no, yo me defino como un escéptico convencido. Sé que tiene que existir una explicación profundamente aburrida y científica para todo esto. Yo vi un ovni. Eso es así. Y no habíamos bebido absolutamente nada. Sí, sé que he visto cosas raras? También oí un fantasma cuando era yo chiquilín. Tenía unos 12 años y oí la voz de un tío muerto, un hermano de mi madre, lo oí suspirar. Cuando éramos chicos vimos a mi madre desdoblarse astralmente. Son cosas muy bizarras, que vienen de vivir en México, yo creo. Otra cosa que presencié, experimenté, comprobé en su momento, fue que la niña de mi primera película, Cronos, podía ver a través de las manos, con los ojos vendados; podía ver a través de las paredes. Ella me dijo que lo hacía, y yo, siendo un escéptico, cogí y le hice una prueba absolutamente brutal. Yo vivía en Guadalajara, ella en el DF. Quedé en que la siguiente vez que nos viéramos para una sesión de trabajo yo traería algo que ella procedería a leer con las manos. En Guadalajara tenía revistas de mil novecientos treinta y tantos, de una revista que se llamaba Cuentos Asombrosos, metí un número en un portafolios, lo cerré, puse la combinación, estaba en Guadalajara, viajé en el avión; nadie, ni mi mujer ni mi madre ni nadie, supo qué revista había metido, llegué a la oficina, vendé a la niña, me fui a la oficina de al lado, cerré la puerta, cerré las ventanas, bajé las persianas, golpeé en la pared, la niña puso sus manos al otro lado, en la pared de la otra oficina, saqué la revista, no había nadie en la oficina conmigo, devolví la revista al portafolio, volví a poner la combinación, pasé a la habitación de al lado? Y la niña me dijo exactamente cuál era la portada.¿Le gustaría tener algún poder extraordinario, como ser invisible ?a ratos, a voluntad?, volar, poseer una fuerza descomunal? Me gustaría tener acceso a una máquina del tiempo para no cagarla tan frecuentemente. Cuando dices: si pudiera cambiar esto o lo otro? Eso sí me da curiosidad. Una moviola. He procurado no arrepentirme nunca, pero estaría perfectamente feliz con una máquina del tiempo que me diera cinco minutos, simplemente cinco minutos? Pero no es cuestión de arrepentirse, sino de curiosidad, ¿eh?.


Fuente: El País

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